Reportaje en LA VOZ DE ASTURIAS: "Detrás del Velo"

Asmahan hace de la danza un arte capaz de convertirla en princesa.

Detrás del velo
25/08/2007 JONATHAN BOCK

El ´twiss´ es un paso que sirve para desplazarse.

Foto:DANIEL MORA

Foto:DANIEL MORA

Sus ojos negros muy bien maquillados encierran una mirada muy sensual, seducción que la acompaña cada vez que se dispone a bailar, bien sea sobre un escenario o impartiendo cursos de la danza del vientre. La sensualidad es parte del baile y el baile es parte muy importante de Noelia Medina, más conocida como Asmahan Medinet.

Esta joven asturiana, que con 30 años se ha convertido en profesional de la danza del vientre, es parte de la primera generación de bailarinas en Asturias y un referente en toda España. Su nombre artístico, Asmahan Medinet tiene un sonido dulce pero a la vez muy fuerte. Es un nombre que significa mucho en el mundo árabe ya que era el nombre de la famosa bailarina y actriz libanesa que se convirtió en gran estrella de El Cairo en los años 30. Una mujer de carácter fuerte que se arriesgó por un sueño romántico: danzar en los brazos de un hombre que tuviera el valor de bailar en público con la mujer que amaba.

"Arriesgo bastante, no es fácil decir que te vas a dedicar a ser bailarina, y menos del vientre. Cuando dices eso la gente se asusta. Sin embargo, siempre he luchado por mis sueños y es en eso en lo que más me parezco a Asmahan", asegura Medina.

Lleva seis años bailando como profesional pero siempre se ha sentido atraída por la danza. Intrigada por la cultura egipcia, curiosidad que achaca a su padre andaluz, sintió interés por el mundo árabe hasta que finalmente descubrió la danza del vientre. Su primer encuentro con este baile fue poco espectacular pero muy definitivo. Ocurrió mientras miraba la televisión, cuando vio a una mujer bailando la danza del vientre y entonces "los movimientos empezaron a fluir y ya no he parado", dice mientras mueve sus hombros.

"Hoy en día es más fácil aprender y enseñar elementos de otras culturas, algo que no era posible hace 20 años, pero afortunadamente eso ha cambiado y la gente empieza a interesarse mucho más por todo esto".

Muestra de este cambio es el creciente interés por este tipo de baile. My own way , la última canción del verano del grupo Banghra es un claro ejemplo. Sin embargo, esta danza no es solo cuestión de jóvenes impulsadas por algo momentáneo.

A sus clases asisten doctoras, policías, estudiantes, amas de casa... mujeres de todas las profesiones y edades. "Tengo alumnas que llegan asustadas y les cuesta porque es difícil acostumbrarse a nuestro cuerpo. Pero poco a poco van cogiendo confianza en ellas mismas y finalmente la danza se convierte en un momento íntimo y muy personal. Yo siempre digo que esto es por y para la mujer", asegura la bailarina.

Sus proyectos siguen creciendo y consciente del interés que está despertando su baile entre el público, aprovecha para organizar distintos eventos y cursos, como Bollywood o DanzAsturias , encuentro de danza oriental que se celebrará los días 29 y 30 de septiembre en Gijón y que contará con la presencia de las bailarinas y maestras Gloria Alba y Eva Chacón. La primera de ellas es considerada la maestra de maestras. Lleva más de 25 años de experiencia practicando la danza y ha sido la encargada de formar a las mejores profesionales de España. Chacón es otra gran bailarina que se ha enriquecido mucho de sus constantes viajes a Egipto. En España se dedica a realizar talleres coreográficos en distintas provincias. DanzaAsturias promete ser un espectáculo que compaginará talleres con bailes ofrecidos por las propias profesoras.

Tan importante como su baile, son cada uno de los accesorios que la visten y que hacen parte del encanto del baile. El sostén de lentejuelas va a juego con el velo que es amarrado por un pañuelo de monedas a sus caderas, únicas prendas que cobijan su cuerpo. Los brazos son adornados por muchas joyas mientras sus pies permanecen descalzos, lo que permite un mayor lucimiento del traje y facilita la danza. Su vientre desnudo y los movimientos de caderas atraen las miradas de todo el público, prisionero de la sensualidad que desprende esta tradicional y cautivadora danza.