
Yo creo que el inconveniente de todo viajero (o al menos, así es en mi caso) son LAS MALETAS.
Por un lado, son un lastre. Un constante desasosiego nos invade (que lleguen con nosotros a nuestro destino, que no nos las roben, que coja todo lo que queremos llevar o traer, en ellas) y por otro, llevamos en ellas un poquito de nosotros mismos.
Pero si viajas en avión, ya te reemplanteas si merece la pena llevar equipaje o al menos, llevar el imprescindible...porque desde el 11-S los registros y las prohibiciones van en aumento.
Yo me quejo, cómo viajera...pero no quiero imaginar aquellas personas que emigran a un país y tienen que meter parte de una vida en una maleta o dos...¿Qué recuerdos escoger? ¿Cuáles dejar? Y en el nuevo país...vuelta a empezar.
El día en que podamos viajar sin MALETAS, nos sentiremos más libres pero no, estamos condenados a viajar con nuestros recuerdos...
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